lunes, 1 de diciembre de 2014

Thanksgiving, black friday and Arizona

Que en esta vida todo es efímero, aunque puede que los recuerdos sean lo más parecido a lo eterno.

Que no se alborote el gallinero, estoy de vuelta otra vez, algo tarde, como siempre, pero esta vez con una excusa algo razonables, Arizona, calor, fiesta...=no time.
El lunes después de una mañana eterna, pusimos rumbo a Arizona, 14 horas interminables en coche pero que me dejaron un gran sabor de boca , ya que my host family decidió desviarse un poco y pasar por el Gran Canyon. Y con razón tiene el título de una de las siete maravillas del mundo, son unas vistas tan increíbles, te sientes tan diminuto mientras los contemplas, la  verdad es que no tengo palabras para describir todo lo que sentí en aquel momento, solo puedo intentar dejaros algunas fotos de los distintos miradores y vosotros direis.

El martes ya entrada la noche llegamos a Arizona, nos hospedamos en casa de la hermana de Teri y bueno, hay que ser española para luego de 14 horas de coche salir de fiesta, Mckae y yo salimos con los amigos de Broklynd (nuestra prima) a casa de Mady (su mejor amiga) y unos cuantos niños más, jugamos pin pon, bailamos, jugamos baloncesto y voleyball. Bueno que con eso y lo otro no llegamos a casa amenos de las doce, y fue llegar a mi cama y caer rendida.

El miércoles por la mañana me levanté y salí a dar una vuelta por el vecindario, que me recordó totalmente al sur de España, para los que no lo sepan, Arizona es básicamente un desierto, con las temperaturas más bajas de 30 grados Celsius todo el año, pero no fue solo por sus temperaturas por lo que me recordó a mi España querida, fue el diseño de las casas, con un patio interior después del porche que daba un aire árabe. Por la tarde no me encontraba muy ayá por lo que opte en quedarme y descansar.
(¡CÁCTUS!)
El jueves tuve thanksgiving otra vez, pero esta vez en el día correspondiente, pasamos todo el día organizando la cena a las 4 de la tarde, chamémoslle cea, aunque de cena no tenía nada, ya que eso parecía una merienda. La comida americana o los banquetes no me llegan a convencer, me parecen muy pobre y picantes, por cierto, he llegado a la conclusión de que odio la comida picante. Bueno y después de la cena, a eso de las ocho, nos dirigimos al Black Friday, Black Friday on Thursday; esa fue una de las cosas más graciosas y que más me llamó la atención.


Bueno hablemos algo del famoso Black Friday, aparte de la curiosa razón de que en vez de hacerse en viernes, lo empezamos a las ocho de la tarde del jueves, salimos con los amigos de Broklynd y después de hacer una cuantas compras con ellos, decidí separarme e ir por mi cuenta, no me gusta que me hagan esperar ni que me esperen o metan prisa, si se va de compras se va y se hace bien. Pues eso, que compré bastante y a buen precio, el centro comercial en Arizona era ENORME, y aunque me quedé con las ganas de entrar el Hollyster pero no pensaba malgastar mi tiempo en un cola que se salí por fuera de la tienda. Que con las risas y las compras acabamos a las 2 de la mañana.  Y como no después de unas horas tan agotadoras tocaba una recena/desayuno, aunque después de probar suerte con Mcdonald y Wendys y encontrárnoslos cerrados, tocó comer en un sitio algo raro de comida rápida, de hecho no recuerdo su nombre pero la comida y las risas en el coche supieron a gloria.


El viernes después de dormir un par de horas, Teri nos levantó para desayunar una comida típicamente americana, french toust y bacon y luego a hacerse la pedicura,  con el patrocinio de Teri, que nos lo regaló a todas. A bueno y continuamos con alguna otra compra ya que era  BLACK FRIDAY.
El sábado, último día por las esas calurosas tierras tocó compras navideñas, por lo que tuve que ir con Teri y su hermana a recorrerme las tiendas para encontrar algún buen regalo para mi familia, aunque sonaba demasiado bien ir a tiendas de segunda mano con Mckae y compañía, otra vez será. Cena de despedida con todo el mundo, y pa camita Cabe destacar que encontré mi camiseta, una camiseta diseñada especialmente para mi, y ¿sabeies que ? no quedaba mi talla, de absoluta decepción.
Y bueno el domingo nos marchamos de madrugada otras 14 horas de coche que me dejaron el cuerpo machacado y clase la mañana siguiente. Adiós vacaciones, hola mi infierno personal.
Cosa rara de la semana:
Me he dado cuenta que, la cosa que me hace ponerme más nerviosa, es mantener la típica conversación americana con los cajeros de cualquier, y remarco, cualquier tienda, ya sea, desde supermercado, a la marca más caras, aquí tienen por costumbre hacerte un montón de preguntas que consiguen ponerme de los nervios.
Y con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho.

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