lunes, 12 de enero de 2015

YOLO

"Yo siempre digo que la vida me sonríe, pero estoy esperando a que me suelte carcajadas"



A veces me encuentro imaginándome como será volver a España, volver a lo de siempre, a lo que una vez fue mi rutina y aunque a veces suene tentador, realmente no me apetece tanto como cabría de esperar, llevo sin ver a mis padres 5 meses, también a mis amigos, sin escuchar mi idioma ni ver mi tierra. Aún así, pensar en irme hace que mi corazón se rompa en cachitos, solo de pensar que todo lo que estoy viviendo se esfume, me hace querer llorar. Creo que eso es algo bueno, significa que esto ya es tan parte de mi como yo de él. Significa que los buenos momentos ya han conseguido superar a los malos, que no importa si tengo un día malo, porque me he vuelto lo suficientemente fuerte como para superarlo.
Creo, que cada día estoy más consciente de que  "life is a pickle" como dirían los americanos, que quiere decir que la vida no siempre es buena, pero al fin y al cabo, es vida, no sabría como explicarlo mejor. Solo sé que describe a la perfección mis sentimientos. Esos que piden que me quede un poco y a la vez, matarían por un billete destino home. No obstante, cuando ya tienes dos hogares, ¿qué destino estará escrito en el billete?.
Pues aquí estamos una semana más con este diario personal desafiando mi cordura mental:

El lunes, las clases que transcurrieron con total normalidad,  quitando alguna metedura de pata con esto del idioma, gente que me hizo repetir las cosas mil veces por mi pronunciaón pero en general , puede decirse, que sobreviví un día más.  Luego de las clases, Kara, me invitó a ir a tomar un batido con ella. La verdad es que no son como los batidos del Rumore, pero no se le quedan cortos, además, ¡Totalmente saludables!. Después de comprar los batidos fuimos a mi casa y nos pasamos el resto de la tarde jugando con Indi (nuestro husky) y comiendo, claro está, estos americanos, normal que tengan la fama que tienen.
El martes fue un gran día, realmente no recuerdo como me fueron las clases, pero fui a hacer rock climbing por primera vez,  bueno, no realmente primera vez, pero digamos que si lo haces a lo americano, es una experiencia  totalmente diferente. Lo mejor de todo, que conseguí llegar a la cima , muy orgullosa de mi misma.
 
No hay una traducción exacta del deporte y si la hay, pido disculpas, pero mi cerebro no la encuentra, osea que os dejo una de fotos y haceos una idea.


El jueves pensé que sería un día normal, "el pensar no ocupa lugar", o el saber, ya realmente no lo recuerdo, el caso es, que después de un duro work out con las niñas. Mckae tuve la idea espontánea cuando regresábamos a casa, de ponernos a sacar fotos en una colina cercana, ya que las vistas eran preciosas ese día. Nos reímos un rato, mientras que un señor que pasaba por ahí se nos quedaba mirando mientras posábamos, eso sí, podéis imaginaros el frío que pasamos mientras lo hacíamos, ya que íbamos en ropas calurosas, no adecuadas para tirarnos una hora entre la nieve y las cámaras.





El viernes, salí con Rachel, Judy y Tíah, en teoría, íbamos a ir al Starbucks, cosa que me hacía mucha ilusión, ya que llevo sin beber propiamente cafeína desde que llegué aquí. Aunque alguien le debió decir al karma que el café y yo no somos buena combinación, porque ese día, fue el día con más niebla que he visto nunca, solo diré, que no veíamos el jardín desde el interior de la casa. Cosas que solo me pasan a mi.
El sábado Rachel me vino a buscar a eso de las 6 para ir al cumpleaños de Angelica, Y la verdad, no me lo pude haber pasado mejor. La tarde/noche se basó en ver películas de terror como "the decend", que más que terrorífica podría llamarse sangrienta, comiendo pizza, helado, cupcakes, sodas y jugamos a Tekken 6, un video juego de lucha.

(Angelica y yo)

 Sonará raro, pero realmente no me importa decirlo, creo que fue lo mejor de la noche, que bien me lo pasé, además de que me di cuenta de que soy una máquina en ello. (doy las gracias a las tardes en casa de Naír cuando eramos pequeñas jugando a videojuegos). Por si no me bastaba, al llegar a casa, me pasé tres horas, cronometradas, hablando por Skype con los de siempre, pura rutina ya. Bueno que entre pitos y flautas acabé acostándome a las 4 de la mañana.
El domingo teníamos misa a las 9 de la mañana, matarme, pero como me acostara muy tarde la noche anterior acabé quedándome en casa con la cama como única compañía.
Cosas que solo me pasan a mi:
-Enterarme que una muchedumbre de gente de mi iglesia está en el sótano, cuando me encuentro en pijama, yendo en busca de comida luego de una larga siesta.
- Que mi profesor de física cambie los sitios de todo el mundo y volverme a encontrar rodeada de todo chicos otra vez, con el añadido de que me encuentro en una esquina con un compañero que no habla ni aunque lo maten.
QUE VIVA EL KARMA, YOLO (you only live once)

Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Perdonad la ausencia de fotos, pero esta semana para que negarlo, se me olvidaron completamente.

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