viernes, 2 de mayo de 2014

-94 y descendiendo

Aquí estoy de nuevo, con mi macedonia de sentimientos que hoy por hoy es mi Rexona de todos los días, vivo pensando en irme y a la vez en que  ojalá nunca llegase el día, soy afortunada, lo sé, no todo el mundo lo consigue.
Ya sé donde me voy, a estas alturas, creo que eso me hace estar más nerviosa si cabe, para los que ahora mismo tengáis curiosidad, me voy a Nibley, Utah un estado del interior que realmente creo que me va a gustar, es diferente, a veces lo diferente asusta, pero yo soy valiente. 
Por si os interesa saber más; tiene un clima parecido al de Madrid, un clima algo extremo con temperaturas bajas en invierno y altas en verano y con una primavera bien definida. Algo diferente de Madrid es que allí NIEVA, si Dios mío nieva, eso significa, en dos palabras: NAVIDADES BLANCAS, siempre he soñado con ellas y aunque puede que eche de menos el clima lluvioso y templado de mi querida tierra gallega, mi próximo año se avecina um... extremo.
A 94 días de coger un avión a Utah ( cada vez suena mejor) sigue habiendo gente que me pregunta si realmente quiero irme, siendo sincera y para cualquier estudiante que este pensando en presentarse o mismamente haya conseguido esta increíble oportunidad pero aún no lo tiene claro, a todos vosotros os digo que ESA DUDA Y ESE MIEDO JAMÁS DESAPARECEN entonces ahora es cuando os preguntareis ¿y porque irse si no lo tienes claro?. Fácil y difícil , quizá los que no hayáis conseguido la beca  no lo lleguéis a comprender hasta que eso ocurra, pero cuando pienso en los nervios del primer examen, en la entrevista, en el sentimiento de estar dando lo todo, de luchar por un sueño, en la alegría de ver tu nombre en las listas, la energía fluyendo en tus venas , las amistades, todo el apoyo recibido se me pone la carne de gallina y se crea un nudo en mi garganta y en ese momento, justo en ese momento, sé que no quiero ni debo abandonar, que las cosas no se dejan a medias, que no puedo defraudar a tanta gente que puso su confianza en mi, que no puedo dejar de luchar por un sueño solo porque tenga miedo, que debo llegar al final del camino que me he labrado.
Y con esta reflexión os dejo, no os puedo describir mejor todo lo que estoy experimentando, tristeza y alegría que luchan por hacerse con el control de mi cabeza y que a menudo llegan volverme un poco loca.
PD: Unas palabras que siempre me han servido de aliento queridos futuros becados ha sido "Onde pasan 100 pasas ti tamén" (donde pasan 100 pasas tú también) osea que animo es duro pero merece la pena

2 comentarios:

  1. Jo Sofía, ¡me has emocionado! ¿Sabes qué? Una de las primeras cosas que pensé cuando me dijeron que me iba a Missouri fue que iba a pasar una blanca Navidad jajajaja

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